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#474 Escogiendo una iglesia

September 29, 2016
Q

Hola Dr. Craig,

En primer lugar, gracias por tomar el tiempo para responder preguntas de sus lectores y oidores.

Parece que sus lectores se componen de una gran variedad de denominaciones y usted respondió específicamente en un tiempo la pregunta sobre el porqué usted es protestante (en Reasonable Faith podcast episodio "Questions on Marriage, Secular Strategy, and Catholicism.")

De modo que yo espero y su variedad de lectores, considerando que usted respondió esa pregunta, que usted encuentre útil en responder la siguiente pregunta: ¿por qué es usted, específicamente, bautista (si estoy identificando su afiliación correctamente)?

Presento esta pregunta como una persona que profesa ser cristiano, nacido de nuevo, quien está “entre” denominaciones, habiendo crecido en la Asambleas de Dios cuando estaba en edad de escuela primaria y cuyos padres emigraron (y nosotros, sus hijos emigramos con ellos) a la casi-denominación “Palabra de Fe” en mis años de secundaria y de universidad, pero desde entonces todos hemos salido de ahí ya hace más de 20 años.

En los últimos años, mis padres han estado asistiendo una iglesia de las Asambleas de Dios, interesantemente, en el área donde viven. Mi hermano menor se convirtió al ortodoxo oriental hace tres años y hay algunos aspectos de la ortodoxia que encuentro convincente y algunos aspectos (hasta ahora) que encuentro insostenible.

He estado investigando sobre la historia eclesiástica, las formaciones de denominaciones, doctrinas y sobre sus líderes fundadores, juntamente con la lectura del Nuevo Testamento para ver si puedo determinar cuál de ella es la más sana bíblicamente. Por supuesto, “elegir” una denominación es sólo el primer paso, pienso yo, uno tiene que escoger una iglesia/cuerpo local al cual comprometerse.

En resumen, lo que yace debajo de mi pregunta central para usted (como ya probablemente se hizo claro) es que quiero saber cómo usted decidió—y cómo usted recomendaría a otros a educarse para decidir—sobre una denominación (si es que esa es una manera apropiada de pensar de la decisión) y, más específico, sobre una iglesia o cuerpo local a la cual comprometerse. Parecería que uno quisiera estar unido propiamente en esa relación, así como en un matrimonio.

Muchas gracias, otra vez, por tomarse el tiempo para considerar y responder preguntas que vienen de sus lectores y oidores, como también por su ejemplo en el servicio a Dios, caridad y cuidado en argumentar a favor del Evangelio.

Chris

Estados Unidos

  • United States

Dr. Craig

Dr. craig’s response


A [

Chris, te aplaudo por darte cuenta de la importancia de afiliarte a una iglesia local. Hoy en dia muchas personas parecen pensar que involucrarse en una iglesia local es algo innecesario y hasta de poca importancia para vivir la vida cristiana. La actitud de laissez-faire hacia el involucrarse en la iglesia local es un error por al menos tres razones. En primer lugar, el cristiano no involucrado le niega a Dios la adoración colectiva la cual Él merece. No asistimos a la iglesia primeramente debido a lo que podemos sacar de ella sino debido a lo que le damos a Dios: La alabanza y adoración de Su pueblo la cual Él merece. En segundo lugar, el cristiano no involucrado impide su crecimiento. Hay lecciones que aprender por estar involucrado en una comunidad local de compañeros creyentes que no se pueden aprender por muestra propia cuenta. Algunas de ellas pudieran ser lecciones aprendidas por medio del servicio y la sumisión a otros. En tercer lugar, el cristiano no involucrado perjudica al cuerpo de Cristo. La iglesia local es el cuerpo de Cristo, que funciona adecuadamente sólo cuando todos sus miembros están saludables y funcionando para el bien de todo cuerpo (1 Corintios 12.12-27. Cuando una persona decide permanecer inactivo, la iglesia local es como un cuerpo que carece de uno de sus miembros. Dios ha dado un don espiritual a todos los cristianos para que se ponga en práctica en el contexto de la iglesia local (1 Pedro 4.10), y cuando alguien no se involucra, él no está poniendo en práctica su don de una manera apropiada, afectando así el cuerpo y impidiendo su propio desarrollo [espiritual]. Por eso la Biblia nos ordena, por buena razón, a que nos involucremos en una iglesia local (Hebreos 10.24-25).

Al encontrar una iglesia a la cual tú puedes involucrarte, te sugiero que el primer paso no es escoger una denominación, seguido por escoger una iglesia local de esa denominación. Es totalmente lo opuesto: te sugiero a que primero encuentres una iglesia local donde puedas participar de una adoración colectiva significativa y donde la Biblia sea predicada de una manera fiel, y solamente entonces te puedes afiliar (si es posible) con la denominación de la cual forma parte esa denominación.

Entonces en nuestro caso, aunque es verdad que nosotros actualmente asistimos a una iglesia de la denominación Bautista del Sur (Southern Baptist), no es porque “somos bautistas”. De hecho, soy un ministro ordenado en una denominación diferente. Pero asistimos a la iglesia que asistimos por varias razones. Por ejemplo, ella hace uso de himnos tradicionales, juntamente con un coro y una orquesta fabulosa que me ayuda adorar a Dios de una manera significativa. Otro ejemplo es sus oportunidades de servir, como la oportunidad de servir mi clase Defenders class (Clase Defensores). El último ejemplo es su cercanía a nuestra casa, lo cual nos anima a involucrarnos en la iglesia. Una de las características intrigantes de la denominación Bautista del Sur es lo doctrinalmente minimalista que es. Esa libertad le permite a personas de perspectivas teológicas completamente diferentes a ser parte de una comunidad. No importa si eres reformado o wesleyano (o incluso molinista); no importa cuáles son tus visiones escatológicas; no importa cuál teoría de la expiación tú sostienes. Esa libertad doctrinal no pudiera siempre ser algo bueno, pero me permite ser (en buena conciencia) bautista, mientras no pudiera ser católico o presbiteriano.

Antes de asistir a nuestra iglesia Bautista de Sur, asistíamos a una iglesia sensible al buscador, la cual tenía una grupo de adoración y de drama. Después de varios años asistiendo allá, me encontré que mi vida de adoración se estaba “secando”. Cuando entrabamos al edificio y escuchábamos la música alta que venía desde el auditorio, sentía una repugnancia dentro de mii. ¡No quería ni entrar! Yo pensaba, “esto no está bien”. “Yo debería estar atraído a adorar”. Un día nuestro pastor predicó un sermón en el cual él decía, “si no te estás reuniendo con Dios cuando vienes aquí cada domingo, entonces necesitas buscar otra iglesia”. Fue ahí cuando yo supe que necesitaba hacer un cambio. Me reuní con el pastor, un buen amigo y ex estudiante mío, y le expliqué lo que le estaba sucediendo a mi vida de adoración. Él entendió mi decisión y salimos de esa iglesia con su bendición. Estoy muy contento de que hicimos ese cambio.

Por lo tanto, Chris, pienso que deberías buscar una iglesia local donde te reúnas con Dios en una adoración colectiva significativa cada domingo. Ese es el criterio principal en escoger una iglesia, más importante que una buena predica (no vas a la iglesia principalmente para recibir instrucciones). Luego averigua si hay oportunidades para servir y maneras para que te puedas involucrar para poner en práctica tu don espiritual. Por último, determina si la iglesia tiene una confesión doctrinal que te permita hacerte miembro. Si tiene una declaración que requiere que confieses cosas en la cual tú no crees, tú podrías desear asistir a esa iglesia de todos modos sin hacer oficialmente miembro de esa denominación o iglesia. Pero si puedes unirte a buena conciencia, entonces como expresión de tu solidaridad con los creyentes locales, hazte miembro.

¡Qué Dios te guíe en tu búsqueda!

- William Lane Craig